Tendrás tus motivos pero si se presenta la oportunidad de viajar hay que aprovecharla. Yo ya tengo totalmente descartado hacer viajes tan largos, por problemas de salud de mi esposa y porque ya no me apetecen. Pero como dicen algunos “que me quiten lo bailao” Pero me quedan la infinidad de anécdotas y recuerdos de lo que hice cuando pude y muchas experiencias vividas que me han enriquecido y curtido a la vez. Viajar por algunos países en aquellos años no eran precisamente viajes de placer. Por ejemplo Birmania, donde nos confinaron en la aduana las cámaras de filmar y robaban todo lo que les parecía interesante de nuestras maletas salvo un previo soborno con alguna botella de whisky o alguna prenda de marca conocida que ya llevábamos con este fin, o ser escoltados en todo el viaje por un soldado armado o no poder salir solos de los hoteles. Unos hoteles, los mejores del lugar, que escarabajos y reptiles de todo tipo andaban a sus anchas por las habitaciones. No obstante era un país muy interesante para los turistas pese sus limitaciones y precariedades y un paraíso para los aficionados a la fotografía. Otro paraíso, para los fotógrafos es la India pero tengo muy pocas fotos. Hice muchas de callejeras, todas muy interesantes, pero un día visitamos un centro de acogida de la Madre Teresa de Calcuta y fue tal la experiencia vivida de miserias humanas que me conmovió de tal manera y me sentí tan miserable estar haciendo fotografías en medio de aquella pobre gente que no tenía nada ni tan siquiera salud y yo tener una vida más o menos acomodada que tiré a la basura gran parte de los negativos que llevaba. No me arrepiento de ello, no podía mostrar aquellas fotos a nadie, ni a mi mismo. I con este “rollo” termino. Que tengas una buena semana. Un abrazo.
Tendrás tus motivos pero si se presenta la oportunidad de viajar hay que aprovecharla. Yo ya tengo totalmente descartado hacer viajes tan largos, por problemas de salud de mi esposa y porque ya no me apetecen. Pero como dicen algunos “que me quiten lo bailao”
ResponEliminaPero me quedan la infinidad de anécdotas y recuerdos de lo que hice cuando pude y muchas experiencias vividas que me han enriquecido y curtido a la vez. Viajar por algunos países en aquellos años no eran precisamente viajes de placer. Por ejemplo Birmania, donde nos confinaron en la aduana las cámaras de filmar y robaban todo lo que les parecía interesante de nuestras maletas salvo un previo soborno con alguna botella de whisky o alguna prenda de marca conocida que ya llevábamos con este fin, o ser escoltados en todo el viaje por un soldado armado o no poder salir solos de los hoteles. Unos hoteles, los mejores del lugar, que escarabajos y reptiles de todo tipo andaban a sus anchas por las habitaciones. No obstante era un país muy interesante para los turistas pese sus limitaciones y precariedades y un paraíso para los aficionados a la fotografía.
Otro paraíso, para los fotógrafos es la India pero tengo muy pocas fotos. Hice muchas de callejeras, todas muy interesantes, pero un día visitamos un centro de acogida de la Madre Teresa de Calcuta y fue tal la experiencia vivida de miserias humanas que me conmovió de tal manera y me sentí tan miserable estar haciendo fotografías en medio de aquella pobre gente que no tenía nada ni tan siquiera salud y yo tener una vida más o menos acomodada que tiré a la basura gran parte de los negativos que llevaba. No me arrepiento de ello, no podía mostrar aquellas fotos a nadie, ni a mi mismo.
I con este “rollo” termino.
Que tengas una buena semana.
Un abrazo.